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24 ago 2016

Lord Ferrus Manus | Manos de Hierro

Lord Ferrus Manus, Primarca de la X Legión Astartes
" Las salas del primarca a bordo de la barcaza de batalla Puño de Hierro estaban construidas con piedra y cristal, tan fría y austeramente como la helada tundra de Medusa, y al primer capitán Santar le dio la impresión de que casi podía notar el frío de su helado mundo natal en el diseño. Bloques de brillante obsidiana extraída de los volcanes sumergidos mantenían la sala en penumbra, y las vitrinas de cristal llenas de armas y trofeos de guerra se erguían como silenciosos guardianes de los momentos más privados del primarca.

Santar observó cómo Ferrus Manus permanecía casi desnudo ante él mientras los sirvientes lavaban su piel, dura como el hierro, y le aplicaban aceites antes de limpiarlo totalmente con cuchillos bien afilados. Cuando acababan cada brillante y aceitada extremidad, sus armeros le aplicaban las diferentes piezas de su armadura de combate, unas brillantes placas negras de ceramita pulida meticulosamente trabajada por el gran maestre Malevolus de Marte.

—Cuéntamelo otra vez, palafrenero mayor Santar —empezó a decir el primarca, con una voz áspera y llena de la ardiente furia de los volcanes de Medusa—. ¿Cómo es posible que un experto capitán como Balhaan sea capaz de perder tres naves y no lograr destruir ni una de las naves del enemigo?

—Parece ser que fue conducido a una emboscada —dijo Santar, poniendo recta la espalda mientras hablaba. Para él, servir como primer capitán de los Manos de Hierro y palafrenero mayor del primarca de los Manos de Hierro era el mayor honor de su vida, y aunque disfrutaba con cada instante que pasaba con su amado líder, en ciertas ocasiones, cuando el potencial de su rabia era como el volátil núcleo de su mundo, era impredecible y terrorífico.

—¿Una emboscada? —gruñó Ferrus Manus—. ¡Maldita sea, Santar, nos estamos volviendo descuidados! Meses de perseguir sombras nos han vuelto tontos e imprudentes. No pienso permitirlo.

Ferrus Manus era mucho más alto que sus sirvientes. Su rugosa carne era pálida como el corazón de un glaciar. Tenía el cuerpo cubierto de cicatrices que mostraban las numerosas heridas sufridas en batalla, pues el primarca de los Manos de Hierro jamás había retrocedido ante la posibilidad de liderar a sus guerreros con el ejemplo. Su pelo, que llevaba muy corto, era negro como el azabache, sus ojos brillaban como monedas de plata, y sus rasgos estaban curtidos por siglos de guerras. Otros primarcas podían considerarse creaciones bellas, hombres hermosos convertidos en dioses por su ascensión a las filas del Adeptus Astartes, pero Ferrus Manus no se contaba entre ellos.

Los ojos de Santar se vieron atraídos, como siempre le pasaba, hacia los brillantes y argénteos antebrazos de su primarca. La carne de sus brazos y manos resplandecía y se agitaba como si estuviera hecha de mercurio líquido que hubiera tomado la forma de sus extremidades y, de alguna manera, hubiera quedado eternamente conformada. Santar había visto cosas extraordinarias realizadas con esas manos, máquinas y armas que jamás se apagaban o fallaban, todas ellas construidas por las manos del primarca sin necesidad de forja o martillo.

—El capitán Balhaan está a bordo para disculparse personalmente por su fracaso, y ha puesto a su disposición el mando de la Ferrum.

—¿Disculparse? —le espetó el primarca—. Debería arrancarle la cabeza para que sirviera de ejemplo.

—Con todo respeto, mi señor —dijo Santar—. Balhaan es un capitán muy experto y tal vez algo menos severo podría ser más adecuado. Tal vez podríais simplemente arrancarle los brazos.

—¿Los brazos? ¿De qué me serviría? —preguntó Ferrus Manus, haciendo que el sirviente que sostenía su placa pectoral se estremeciera.

—De muy poco —corroboró Santar —. Aunque probablemente de más que si le arrancáis la cabeza."


Graham McNeill
(Fulgrim, visiones de la traición)


Tarde o temprano, cuando uno comienza un ejército preHerejía, sabe que terminará pintando a su Primarca. De hecho estas miniaturas son uno de los motivos principales por los que mucha gente elige su legión. En mi caso no fue tanto así, pero el hecho de que me encantase la miniatura de Ferrus Manus, me ayudó a decidirme.

"Guerrear y avanzar, y repetirlo una y otra vez hasta que no respire nadie que se alce contra nosotros. Todo lo demás son falacias y mentiras bonitas."
El hecho cierto es que la primera vez que vi esta miniatura me produjo una sensación un poco agridulce. Por un lado no correspondía a la imagen que yo tenía del Primarca de la X Legión. Yo me esperaba algo mucho más brutal y corpulento, menos estilizado. Sin embargo por otro lado la figura me pareció una maravilla, tanto en su nivel de detalle, como en la pose y los diferentes elementos que la componen. Así que evidentemente acabé rindiéndome a ella.


Pintar esta miniatura ha sido una pasada. Es genial como está esculpida, y el pintar algo con unas proporciones tan diferentes a las de un marine es un gustazo. Me hubiese gustado poder hacerle más justicia con mi pintado, pero uno llega hasta donde puede. Hay partes con cuyo resultado he acabado bastante contento, pero hay otras, sobretodo la piel, que no han quedado en absoluto todo lo bien que me gustaría.


Una de las cosas que más me dio que pensar fue la peana. Estas miniaturas vienen con una peana de 40mm que se introduce dentro de otra más grande (de 60mm) para dar lugar a una peana escénica de "exposición" y otra para jugar. En este caso es bastante fácil poner imanes a las partes de la peana escénica para poder hacer el cambio de una a otra, cosa que hice. Mi dilema estaba en como pintarla, ya que el naranja la hace que se integre más con el resto del ejército, pero la peana escénica teóricamente representa Istvaan V, por lo que la arena debería ser negra. Más aún, la miniatura de Ferrus Manus forma, junto a la de Fulgrim, un pequeño diorama que representa su duelo final, de modo que es importante que las dos peanas sean similares.


Finalmente, como se puede ver, me decidí por usar los pigmentos naranjas con la peana de juego y de momento dejar la peana escénica sin pintar. Lo bueno es que las partes de la peana escénica tapan a la pequeña en su mayor parte, de modo que podré disimularla si es necesario. Como el siguiente proyecto que tengo en mente es un ejército de los Hijos del Emperador, y Fulgrim caerá sin lugar a dudas, tengo la intención de pintar sus peanas escénicas de forma que se integren lo más posible entre sí.

2 comentarios:

Señor Serviorco dijo...

Ya me esperaba que apareciera el Gorgon por aquí.
Qué razón tienes: si vas preherejia es para tener un primarca, y tu Ferrus Manus está muy bien.
Aunque no es mi primarca favorito he de reconocer q es una mini bonita y que tu pintado es bien bueno (no seas tan autocritico)
Y creo q la peana mejor naranja. Luego con la escénica y fulgrim la maqueas.
Un saludo

Will dijo...

Muchas gracias!!

En mi caso sí que es una mis miniaturas de primarcas preferidos, aunque creo que la que más me mola es la de Perturabo. Eso sí la mayoría están genial: Horus, Konrad, Corvus, Vulkan...

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