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23 may 2016

La Perzecuzión | Gorkamorka


"El desierto parecía arder bajo los inclementes soles que brillaban altos en el cielo. El calor irradiado por la arena creaba nebulosas imágenes en el horizonte. El silencio solo se veía roto por el sonido del ardiente viento que azotaba las dunas.

Súbitamente comenzó a oírse un sonido ronco. Se escuchaba cada vez más y más alto hasta que su origen se hizo evidente cuando un destartalado camión apareció en el horizonte en medio de una inmensa nube de polvo. Mientras aceleraba a velocidades de vértigo sus tripulantes gruñían y gritaban haciendo oír sus voces por encima del estruendo del motor.. En la parte trasera del vehículo se apretujaba un grupo de orkos que disparan sin cesar sus pistolas de gran calibre hacia el terreno que su transporte acababa de devorar, pues un segundo camión seguía sus pasos de cerca.

Ambos vehículos describían demenciales trayectorias entre las dispersas rocas que poblaban el terreno mientras sus tripulaciones no dejaban de abrir fuego ni por un instante, saturando el aire del polvo del desierto, y el humo de la pólvora. Parecía como si los conductores se retasen mutuamente para ver quien era capaz de la conducción más alocada, mientras sus compañeros se disputaban el puesto del peor tirador del desierto.

El camión en cabeza, cargado de la chatarra que habían recogido sus tripulantes, dejó caer parte de su cargamento cuando una bala afortunada consiguió impactar en uno de los montones de precioso metal oxidado. La chatarra rodó por el suelo hasta que, simultáneamente dos manos brutales la agarraron por sus extremos. Los pequeños ojos de un gorkista se clavaron en los rojos ojos del morkista al otro lado del trozo de acero retorcido. La lucha había comenzado."



¡¡¡¡Waaagh!!!! Que a gusto me he quedado :D

¡No podía empezar de otra forma esta entrada! Después de haberme comprado el Gorkamorka cuando salió, allá por 1997, no había conseguido jugar nunca hasta ahora. Puedo decir que ha cumplido todas mis expectativas, y eso que eran muy altas. Pero es que...¿puede haber algo mejor que un juego de bandas de orkos montados en estrafalarios vehículos pateándose el culo en un desierto postapocaplíptico?

Para estrenar este carismático juego decidimos jugar la misión "La Perzecuzión" ya que capta muy bien la esencia del juego de carreras a velocidad de vértigo entre disparos a mansalva. Para ello reclutamos nuestras bandas iniciales y nos lanzamos al Sokavón. Estas son nuestras bandas:

Loz Mazticafetos
- Mabuse: Noble con hacha enorme, armadura antrifrag y piztola.
- Grozjny: Manitaz con una seiz tiroz. Konductor de la Burrumburra.
- Nevsky: Manitaz con granadaz de fragmentación. Artillero del Komedunaz.
- Orkipaldi: Chiko con piztola. Konductor del Komedunaz.
- Chejork: Chiko con 2 piztolaz.
- La Burrumburra: Moto con akribillador akoplado.
- El Komedunaz:  Buggy con akribillador pezado.

Los Chakalez Zangrientoz
- Mero Mero: Noble con hacha enorme, armadura antrifrag y piztola.
- Mendoza: Manitaz. Konductor de Kazkabelera.
- Benitez: Manitaz con piztola. Konductor de Ezkupepiñoz.
Zapata: Chiko con akribillador.
- Carnizero: Chiko con 2 rebanadoraz.
- Rajacaras: Chiko con 2 rebanadoraz.
- Guero: Chiko con piztola.
- Gringo: Chiko con piztola.
- Ezkupepiñoz: Kamión.
- Kazkabelera: Moto con akribilador akoplado.

La laaaarga karretera
No se puede tener de todo, así que no disponemos de una mesa de juego de terreno desértido, de modo que tendría que valer con una verde planicie con algunos afloramientos rocosos y unas grandes pilas de chatarra.

"Los Chakalez avanzaban a toda velocidad camino de Mekaburgo, fantaseando, todo lo que sus reducidas mentes les permitían, con los lujos que se podrían permitir gracias a su último alijo de chatarra de la buena. Sin embargo los aguafiestas de los Mazticafetoz parecían querer fastidiarles la diversión, porque llevaban un rato persiguiéndoles gritando tonterías sobre si el montón de chatarra que habían encontrado lo habían visto ellos primero. 

Los conductores de los Chakalez pisaron a fondo el acelerador y creían haber perdido a sus rivales cuando estos aparecieron a ambos lados, ocultos como cobardes tras unas formaciones rocosas. Los Maztikafetoz no tardaron un instante en cernirse sobre ellos, dispuestos  saquear todas esa chatarra que les correspondía por derecho (o eso decían ellos).

Los Chakalez Zangrientoz aceleran a toda velocidad...
...pero los Maztikafetoz aparecen en sus flancos...
....y se echan sobre ellos
Al ver a los despreciables Maztikafetoz el Mero Mero comenzó a dar collejas  a Mendoza para que desviase a la Kazkabelera hacia el manitaz enemigo que se les echaba encima montado también en una moto. Mendoza describió un giro cerrado y se lanzó a por la Burrumburra mientras el Mero Mero se bajaba de un salto blandiendo en alto su enorme hacha. Las dos motos se lanzaron la una contra la otra mientras sus pilotos se miraban a los ojos. Cuando finalmente se produjo la colisión no sufrieron graves daños, pero salieron despedidas hacia ambos lados, lo que hizo que Mendoza se estampase contra una roca cercana. Sin embargo Gorko (o quizá Morko) parecía estar con él ese día, porque salió indemne.

Mendoza se estampa tras chocar con la Burrumburra
No lejos de allí los chicoz de los Chakalez se bajaban de su kamión para tratar de saltar sobre el buggy enemigo, pero ninguno de ellos logró encaramarse al vehículo y dos salieron despedidos rodando por el suelo polvoriento.

Los Chakalez no consiguen encaramarse al Komedunaz
Tras haberse librado de las atenciones de la moto enemiga Grozjny aceleró a la Burrumburra y haciendo un temerario caballito atropelló al Mero Mero haciendo que este mordiese el polvo, para a continuación alejarse a toda velocidad para ver qué estaban haciendo sus compañeros.

Grozjny atropella al Mero Mero y lo tira al suelo
Riendo a carcajadas al ver como sus enemigos rodaban por el suelo, Mabuse se bajó del buggy y se lanzó a por ellos, aplastando a uno con su hacha sin dejar de reír. Mientras tanto, a sus espaldas, el Komedunaz se arrojaba contra el flanco del kamión de los Chakalez. El buggy consiguió un impacto afortunado en el depósito de combustible del Exkupekolmillos haciéndolo estallar e incendiando el vehículo enemigo.

El Komedunaz se lanza contra el Ezkupekolmilloz...
...y se abre camino entre sus restos humeantes
Con el Ezkupepilloz ardiendo los Maztikafetoz aceleraron su buggy para continuar la persecución de la Kazkabelera, que se había repuesto del choque contra la roca y trataba de escapar. Sin embargo esto hizo que dejasen atrás a Mabuse, que se vio rodeado de los chicoz de los Chakalez, bastante cabreados tras ver explotar su kamión. El noble trató de intimidarles con su poderosos gruñidos, pero estos abalanzaron sobre él y le dieron de mamporros hasta dejarlo inconsciente.

El buggy sigue la persecución olvidándose de Mabuse...
...que es eliminado por los rencorosos Chakalez
La persecución entre la Kazkabelera y el Komedunaz les llevaba a velocidades de vértigo a través del desierto. Tanto fue así que Mendoza no tuvo tiempo de ver una roca que afloraba entre la arena. Un instante después su moto salía desviada hacia un lado con violencia, haciendo a su piloto perder la chatarra que acarreaba y alejándole definitivamente de la disputa.

Chejork recoge la chatarra que Mendoza se ha dejado atrás
Sin vehículos y a merced de los enemigos el Mero Mero comenzó a gritar a sus chicoz para que dejasen de disparar sin ton ni son al Burrumburra que se alejaba de ellos y recogiesen la chatarra al rojo vivo que se había quedado en el camión en llamas. Habían sido derrotados, pero al menos sacaría algo en claro de todo aquello."

Lo importante es la chatarra
Nuestra primera partida de Gorkamorka, y aunque cometimos un montón de errores, fue orkoide a más no poder, con choques, explosiones, persecuciones a toda velocidad, y mucho griterío.

Como suele ocurrir en estos juegos de escaramuzas, la fase postpartida es de lo más divertido del juego. En Gorkamorka esto es especialmente cierto porque permite a los jugadores llevar a sus guerreros heridos al Matazanoz, o tratar de arreglar los vehículos dañados. También se pueden mejorar las armas y los vehículos por un módico precio. Todo ello asumiendo la impredecible forma de trabajar de los profesionales de Mekaburgo.

Entre los Maztikafetoz solo resultó herido Mabuse. Sin embargo los golpes propinados por sus enemigos le causaron unas terribles cicatrices que le proporcionaron un aspecto aun más terrible, por lo que quedó muy satisfecho.

Los Chakalez tuvieron algo menos de suerte ya que sus dos Manitaz resultaron heridos. Por un lado Mendoza sufrió un duro golpe en la cabeza que le dejó aún más estúpido de lo que era. Esto obligó al Mero Mero a llevar a su manitaz a la consulta del Matazanoz, el cual, aunque le arregló el pequeño problema, decidió implantarle unos cuernos en el cráneo, lo que le obligó a descansar durante una temporada.

Finalmente el otro manitaz de la banda, Benitez, herido en la explosión del camión,sufrió unas horribles quemaduras en el pecho que le hicieron un blandengue, por lo que también tuvo que pasar por el quirófano. Una vez más el Matazanoz estuvo acertado, pero algo debió ir mal con la anestesia (probablemente el golpe en la cabeza para sedarlo fue demasiado fuerte), y cuando Benitez se despertó estaba poseído por una mala leche excesiva hasta para un orko.

4 comentarios:

lcd dijo...

Yo quiero jugar a esooooo!!!
Pero hay que pintarse las bandas!!

Will dijo...

Te tomo la palabra!!

La verdad es que últimamente me apetece un montón ponerme a pintar orkos...

Señor Serviorco dijo...

jojojo!!! Con que ganas me he quedado de jugar a esto.
clásico entre los clásicos!!!
Q guapo darle caña a los orkos a lo madmax.
habrá dos orkos entran uno sale?

Will dijo...

Jeje pues no se me había ocurrido, pero ahora que lo dices habrá que construir una Cúpula del Trueno!!

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