Granito y Obsidiana | La defensa de Amsler

"Finalmente las antinaturales tropas de Noctumbus han llegado a las puertas del fuerte de Amsler que defiende la entrada al valle interior. Rápidamente el nigromante manda a su vanguardia por el cañón mientras asedia la empalizada, sus planes son unirse a esta avanzadilla lo antes posible para seguir penetrando en el territorio enemigo, ya que si se detiene demasiado tiempo en Amsler la presión del enemigo puede destruir esta escasa vanguardia y cerrar definitivamente para ellos las puertas de la victoria. Por lo tanto es vital que tome el fuerte cuanto antes.

Al alba los No Muertos rodean Amsler

Los cadáveres andantes rodean la empalizada del fuerte, equipados con toda clase de artilugios construidos a la carrera que les ayudarán a trepar ella, y armados con dos recios arietes, dispuestos a tirarlas abajo. Sobre las murallas Melewitz observa aliviado como Noctumbus no dirige personalmente a sus esbirros si no que un extraño ser encapuchado, del tamaño de los halflings de La Asamblea parece ser quien canaliza las antinaturales fuerzas que animan a los no muertos.

Klaus Melewitz contempla el despliegue enemigo

El aprendiz de Noctumbus se hace cargo de la situación

Sabiendo que pronto estarían luchando por el control de las almenaras, los soldados del imperio descargan todas sus armas de fuego contra los enemigos que se acercaban. Concentrándose en las monstruosidades que escoltan a las hordas de seres putrefactos, y en sus máquinas de asedio, derriban uno de los arietes y al deforme y abotargado ser que se dirige a la puerta principal. Sin embargo esto no frena ni por un instante el avance de las tropas de Noctumbus y los combates se extienden por toda la empalizada.

El muy carismático Varghulf cae una vez más a tiros sin llegar a hacer nada

En el lado sur los espectros atados a la voluntad de Noctumbus canalizan su rabia matando a los defensores de una de las torres y ascendiendo, entre risas de ultratumba, a lo alto de ella. Sin embargo, las muestras de valor son muchas y las tropas del ejército del nigromante no consiguen ganar más posiciones sobre las almenas. Al otro lado de Amsler, los tumularios dirigidos por Tajo tampoco consiguen avances y muchos de ellos son destruidos por los disparos de la artillería y el aceite arrojado por los defensores. El señor de los túmulos grita de frustración cuando Matophilius el archimago hace su jugada.

Las tropas del nigromante chocan contra la muralla norte

Consciente de que solo él puede hacer frente a la amenaza de los espectros que atacan por el norte una vez más desata el poder que todos los seres vivos le otorgan mandándolos con una sola palabra hacia el descanso eterno. Ciego de rabia tajo se lanza contra los alabarderos que orgullosos aun defienden la muralla. Estos, ante el espeluznante espectáculo de un ser de otro mundo desatando su furia sobre ellos, flaquean por un instante y la duda se convierte en pánico cuando al intentar huir son alcanzados y degollados si piedad por a ancestral espada del tumulario. Tajo se yergue satisfecho en lo alto de la muralla, y contempla la destrucción que los no muertos han desatado sobre el fuerte. Aun no todo está perdido, si solo consiguieran que el terror se adueñase de los defensores quizá aun podrían tomar Amsler a tiempo de apoyar a la vanguardia del ejército. En ese preciso instante un cuerno resuena en el valle, han llegado los refuerzos imperiales...

Tajo despacha él solito a los alabarderos y se toma un instante para contemplar la batalla desde la muralla

Con el sonido del cuerno y el retumbar de los cascos sobre la piedra hacen su entrada en el valle los caballeros del Sol Llameante enviados desde Ereskgrado. Cuando chocan contra la retaguardia de las escasas tropas enemigas que aun sitian la fortaleza, el destino de sus enemigos queda sellado, Noctumbus tendrá que emplear mucho más tiempo y tropas para tomar Amsler."

Los refuerzos hacen su aparición

Resultado: Victoria de la Guardia Volchevita.