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23 nov 2012

Diario de batallas | WH40K



Fecha: 22/11/2012
Contendientes: Will vs. Luis.
Ejércitos: Orkos vs. Lobos Espaciales.
Puntos: 2500.
Despliegue: El Amanecer de la Guerra.
Misión: Purgar al Alienígena.
Nota: En esta partida, deseosos de utilizar nuestros artilugios superpesados, que para eso los tenemos, decidimos usar la tabla de organización de ejército del libro de FW Horus Heresy: Betrayal. La principal curiosidad de esta tabla es que incluye un slot, llamado Lords of War, que permite incluir un vehículo superpesado o similar. De modo que los orkos contaban con un Kustom Stompa, y los Lobos Espaciales con un Fellblade.
Resultado: Victoria de Will (orkos).
Comentario: Envuelto en la bruma que terminaba de disiparse se podía apreciar la inmensa figura que ocupaba el centro de la línea de los orkos. Entre las ruinas Olduik, el líder de la manada que se enfrentaba a los pieles verdes, observaba con preocupación el enorme armamento del tótem de guerra, confiando en que sus armas pudieran terminar con él antes de que desatara una masacre. Sin embargo no tuvo tanta suerte...
Con un indescriptible estruendo provocado por la amplificación a través de los sistemas de altavoces del pizoteador de los gritos de guerra de las decenas de orkos resguardados en su interior, la máquina de guerra se puso en marcha avanzando imparable hacia el enemigo. El enorme ojo de los que podría llamarse la cabeza del titán comenzó a brillar con una luz cegadora y lanzó su energía contra el enorme tanque que apoyaba a los marines con su armamento, pero ni siquiera logró arañar su superficie. Entonces fue cuando una inmensa ametralladora situada en uno de sus brazos comenzó a disparar, y siguió disparando sin cesar, pasando de una unidad de lobos a otra, levantando enormes columnas de polvo y escombros y matando enemigos sin cesar. Cuando el humo se disipó y los marines pudieron evaluar las bajas se dieron cuanta de que tanto el capitán como el bibliotecario así como dos unidades completas de cazadores grises y una de colmillos largos habían desaparecido, y las escuadras que continuaban sobre el campo de batalla no habían quedado exentas de daño.
En ese momento llegaron los refuerzos de los Lobos Espaciales en forma de 2 cápsulas repletas de exterminadores que descargaron todas sus armas contra el pizoteador. Sin embargo este, a pesar de sufrir también toda la potencia de fuego del Fellblade, no sufrió más que algunos daños asumibles y continuó avanzando hasta abalanzarse sobre el tanque superpesado enemigo al cual partió sin dificultad por la mitad valiéndose de su brazo armado con una espada sierra del tamaño de un edificio.
Sobre el campo de batalla, tras la carga de los enloquecidos nobles motoristas, solo quedaban cinco exterminadores que decidieron emprender la retirada, comunicando al crucero en órbita que abortaran el nuevo envío de refuerzos, la batalla estaba perdida pero sobrevivirían para combatir otro día.

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