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3 oct 2012

Diario de batallas | WH40K


Fecha: 02/10/2012
Contendientes: Will vs. Luis.
Ejércitos: Orkos vs. Marines Espaciales del Caos de Nurgle.
Puntos: 2000.
Despliegue: Yunque y martillo.
Misión: Reconocimiento.
Resultado: Victoria de Luis (MEC 7 - Orkos 5).
Comentario: Las pasiones de nuestra realidad tiene su reflejo en la disformidad, y las leyendas de los grandes héroes no pasan desapercibidas para los poderes de la Ruina, de modo que cuando las historias sobre un enorme Orko, con una resistencia legendaria, llegó a oídos de Nurgle este sintió herido su orgullo. Los edictos imperiales hablaban de unos pieles verdes que rivalizaban en supervivencia con los emisarios del dios de la pestilencia y esta comparación no podía ser tolerada. Los esbirros de Nurgle fueron enviados contra loz chicoz de Mabuse Mazticafetoz, pero estos no se iban a quedar sentados a ver como los masacraban si no que se lanzaron sobre los marines de plaga sin dudarlo un instante. Sin embargo pronto vieron que se trataba de un hueso duro de roer. Mientras los nobles dirigidos por el kaudillo se veían frenados por una escuadra de marines, los motoristas chocaban sin efecto contra un profanador. Esto dio e tiempo necesario para la llegada de dos extrañas criaturas voladoras, mitad máquina, mitad insecto putrefacto, que rociaron con sus babas a los orkos matándolos por todo el campo de batalla. Sin duda ese día Nurgle había bendecido a sus seguidores pues la muerte no los alcanzaba y sus heridas se cerraban al instante. Cuando cayó la noche sobre el campo de batalla solo Mabuse y su matazanoz permanecían con vida ocultos entre los escombros y clamando venganza.

1 comentarios:

Will dijo...

Última batalla de los legendarios marines de plaga de LCD con el códex actual, antes de la posible pérdida del no hay dolor.

La resistencia de estas tropas es impresionante, pero cuando haces 15 ataques de garra de combate que impactan a 3+ y haces solo dos heridas de la que una se salva con no hay dolor, es que sin duda Nurgle había sido herido en su orgullo...

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